Ejemplo de vida. Philippe Croizon, ciudano francés a quien se le tuvo que amputar sus cuatro extremidades debido a un shock eléctrico, logró cruzar un tramo de 20 kilómetros que separan a Oceanía de Asia nadando. El deportista nadó por ocho horas, ayudado de una prótesis, entre el pueblo Wutung, en Papouasia-Nueva Guinea y el pueblo de Pasar Skow, en Indonesia.

Acompañado de un especialista en natación, Croizon logró completar la primera de las cuatro travesías que se ha trazado para este año. En el segundo viaje, el francés intentará unir Asia con África, para luego nadar entre Europa y África; y Asia y América.

Croizon sufrió un terrible accidente a los 26 años, cuando recibió una fuerte descarga eléctrica en el cuerpo. Los médicos tuvieron que amputarle sus cuatro extremidades y el francés quedó devastado. Sin embargo, tras ver el reportaje de una mujer que había cruzado el Canal de la Mancha, se sintió motivado de nuevo y comenzó a entrenar para lograr esa misma proeza. Ahora, está decidido unir a nado los cinco continentes y demostrar que, siempre y cuando se tenga fortaleza y constancia, todo es posible.

Foto: dailytelegraph.com.au