De acuerdo al último estudio de la Universidad de Adelaida (Australia), la oxitocina, conocida como “hormona del amor”, podría servir como escudo para controlar adicciones tan temibles como a las drogas o al alcohol.
La oxitocina u “hormona del amor”, aparte de estar relacionada con los patrones sexuales, también mejora nuestras interacciones sociales y la conducta maternal y paternal. Así, según Femke Buisman-Pijlman, autora del estudio, la falta de capacidad para hacerle frente a una adicción podría estar vinculada a un escaso desarrollo de los sistemas de la oxitocina en la infancia de la persona.