Una joven en muy buen estado físico dio cátedra de cómo se deben hacer ejercicios a un soldado, dejándolo en ridículo ante decenas de personas.
La muchacha se ubicó al frente del militar y empezaron a realizar flexiones con los brazos, donde demostró que las mujeres no son el sexo débil, ya que impuso condiciones ante la mirada atónita de todos los presentes.