Expertos en sexología revelaron los motivos del incremento del apetito sexual durante la temporada de verano.

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Menos ropa

Las prendas ligeras del verano incrementan el atractivo hacia el otro y hay más oportunidades para tener intimidad, pues se intensifican las sensaciones receptivas. “El tener la piel más al descubierto intensifica las sensaciones receptivas. En una palabra, nos vuelve más sensuales, estando más en contacto con nuestro cuerpo y sus demandas”, señala la psicóloga y terapeuta sexual norteamericana Stella Resnick, en su libro "Reencontrar el placer".   

El tiempo libre

Las actividades tienen relación con nuestra predisposición al sexo, y si el verano coincide con las vacaciones, existen mayores oportunidades para el contacto. “La falta de responsabilidades laborales, la mayor exposición de unos cuerpos más cuidados y el hecho de que se esté más tiempo en la calle y se interactúe más con la gente, hace que nuestras ganas de sexo y las oportunidades aumenten considerablemente”, sostiene la sexóloga y ginecóloga Francisca Morelo.   

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La luz solar

La luminosidad está asociada a un incremento en la producción de serotonina, un neurotransmisor que se produce en el cerebro y nos da sensación de placer e incrementa la excitación sexual. Además, el verano es más propicio para el apareamiento, según estudios del Boston State Hospital, que encontraron que los rayos ultravioleta elevan en un 120 % el nivel de testosterona en machos, mientras que las hembras liberan más estrógenos, lo que favorece la ovulación.