Tras las críticas que recibió por haber recibido a miembros del Movadef en la sede diplomática en Buenos Aires, Nicolás Lynch renunció al cargo de embajador peruano en Argentina, y denunció que existe una 'cacería de brujas' que busca completar “una limpieza ideológica dentro del gobierno”.

Según Lynch, la “derecha bruta y achorada”, valiéndose de un sector de la prensa y de la clase política, ha emprendido una campaña para acabar con “todo lo que huela, sea o haya sido de izquierda en el Estado peruano” y dañar la relación de nuestro país con Argentina y los países del Unasur.

Lynch reafirmó que el deber de las embajadas es recibir a todos los peruanos, sean estos delincuentes o terroristas, y si bien cometió un error al reunirse con los miembros del Movadef, lo considera un elemento menor. Precisó, además, que luego de la primera visita hecha en enero, los integrantes del Movadef se acercaron en meses posteriores a la embajada y no fueron recibidos.

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