Paolo Guerrero llegó al Perú para demostrar su inocencia pese a la suspensión de 14 meses que le otorgó el TAS por no creer en su versión.

El futbolista llegó junto a su madre y Thaísa Leal, su novio. La pareja salió con los equipajes pero al ver a los periodistas Thaísa se adelantó y dejó al jugador junto con la prensa.

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La brasileña llevaba en sus brazos a la mascota del futbolista y muchos se enternecieron por la adorable mascota.