El asteroide de Chelyabinsk explotó treinta veces más brillante que el sol, según la NASA. El asteroide tenía una de hasta 10.000 toneladas en el momento que estalló en la atmósfera y es el mayor caído sobre la Tierra.
El meteorito de Chelyabinsk contenía en su mayor parte minerales de silicatos como el olivino y el ortopiroxeno, además de sulfuro de hierro y níquel, y, en menor medida, cromo, clinopiroxeno y plagioclasas.