El 18 de julio de 1992, nueve estudiantes y un profesor de la Universidad Enrique Guzmán y Valle, conocida como 'La Cantuta', fueron secuestrados por un comando paramilitar, identificado como 'Grupo Colina', quienes los ejecutaron.

El Perú vivía un contexto de crisis social y económica debido a los ataques del grupo terrorista Sendero Luminoso contra la población (dos días atrás había explotado un coche bomba en Miraflores). El grupo paramilitar sospechaba que los 10 secuestrados tenían nexos con el terrorismo por lo que los sacaron de sus dormitorios en el campus y los llevaron fuera de lima.

Las víctimas fueron identificados como Bertila Lozano Torres, Dora Oyague Fierro, Luis Enrique Ortiz Perea, Armando Richard Amaro Cóndor, Robert Édgar Teodoro Espinoza, Heráclides Pablo Meza, Felipe Flores Chipana, Marcelino Rosales Cárdenas, Juan Gabriel Mariños Figueroa y el profesor Hugo Muñoz Sánchez.

Hoy, 20 años, después, los deudos de las víctimas aseguran que el expresidente Alberto Fujimori y el exjefe del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN), Julio Salazar Monroe, quienes fueron condenados como responsables del ataque, no han pagado las reparaciones civiles correspondientes.

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