Muchas veces por no incomodar a los demás aguantamos un estornudo sin saber sus peligros.

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A veces cuando estamos en un lugar público y no queremos incomodar a los demás, aguantamos lo que podemos un estornudo e incluso si nos gana, cerramos la boca con tal de no salpicar. Sin embargo, especialistas advierten que esta práctica trae serias consecuencias a nuestro cuerpo.

“Puede existir algún riesgo de heridas si es un estornudo demasiado violento, con el aire empujando hacia la región de la órbita del cerebro,” indicó el Dr. Tylor. La presión del estornudo se puede direccionar hacia los senos nasales y el cerebro en lugar de salir por la nariz y “puedes obtener pequeñas lagunas en el hueso que separa la nariz y los ojos o la nariz y el cerebro”, agregó.