La jefa del servicio de Demonología del Instituto Nacional de Salud del Niño, explica porque los bebés no deben ser expuestos al sol antes de cumplir el primer año y pasado esa edad.
Especialista afirma que el efecto del sol es foto acumulativo, la radiación recibida a temprana edad se ve reflejada después de la adolescencia o en la adúltez, en esta etapa empiezan a salir manchas en la piel, lunares melancólicos, pecas y cáncer a la piel.
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Por otro lado, los niños de piel clara son más susceptibles a los rayos del sol, en comparación a los que tienen la piel más oscura. Ante ello, es muy importante que los niños sean protegidos con protectores solares con factor 30 y 50. Aplicarlo cada tres horas.