Si eres de las personas que le gusta verse bien físicamente tienes que tener en cuenta que nunca debes pesarte después de una rutina de entrenamiento.
Esto se debe a que nuestro cerebro trabaja inconscientemente cuando se hace ejercicios, ya que esto relaja el cuerpo y la mente, que al momento de subirte a una balanza a pesarte los números que marque no serán exactos.
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Nuestro cuerpo después de un entrenamiento pierde líquidos, tu cuerpo convirtió las moléculas en fosfágeno y glucógeno en energía para que te mantuvieras en movimiento, esto aumentó la temperatura de tu cuerpo e hizo que disminuyas tu peso corporal. Por eso científicos de Alemania recomiendan pesarse al día siguiente, cuando el cuerpo ya se ha restablecido.