Uno de los defectos congénitos más comunes y que afecta a muchos recién nacidos es el labio leporino, una anomalía que provoca problemas para hablar y comer.
Médicos cirujanos comentan que esto se debe en algunos casos a factores como el estrés que sufre la madre durante el embarazo o el consumo de tabaco y alcohol.
LEE TAMBIÉN: ¿Cómo eliminar las arrugas de la cara sin cirugías?
También se presenta por un factor hereditario antecedente en los padres o abuelos, muchas veces no son diagnosticadas a tiempo debido a que en la ecografía de la gestante no se logra ver.
Para prevenirlo se debe tomar ácido fólico y vitamina A durante el embarazo, esto ayuda a proteger al feto, consumir lentejas, pues son consideradas como una alta fuente de contenido en ácido fólico.