La mayoría de las parejas que pasan por esta nueva etapa, toman a la ligera esta situación, ignorando los peligros que puede generar en la gestante y en el bebé.

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La Universidad de California presentó un informe de lo que pasa cuando nos enojamos, la reacción que genera en el organismo de una embarazada.

Se libera ciertos químicos que son absorbidos por el bebé y puede afectar su desarrollo físico y mental.

Parto prematura: Mientras discutes, la presión arterial se incrementa, afectando el desarrollo del feto y en los nervios, lo que puede ocasionar un parto antes de tiempo.

Problemas de conductas: Si discutes demasiado, tu hijo puede tener problemas de conducta, todo lo que sientas se verá reflejado en él.

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Desarrollo más lento: Transmitir emociones como la tristeza contagian a la criatura, logrando que su sistema inmunológico se forme débil, propenso a sufrir de asma.