Para que una relación funcione se necesita más que amor, es necesario que entre ambos exista; respeto, empatía, confianza, solidaridad, etc. Siempre existieran los problemas y hay que tratar de manejarlos con la mejor actitud posible, para que ninguno de los dos salga lastimado.
Querer ser parte de todo lo que hace: Es bueno compartir tiempo y actividades con la pareja, pero no siempre tienes que estar presente en todo lo haga él o ella, lo mejor es esperar a que tome la iniciativa y te invite a participar en sus reuniones, sera más bonito y los hara sentir cómodos a ambos. Ser engreída: Para tener una relación seria, ambos deben ser lo suficientemente maduros para aprender a ceder de vez en cuando. No respetar su privacidad: Es fundamental que entre ambos haya un respeto por las cosas privadas. Aunque él o ella no tenga problemas en darte la contraseña de su e-mail o cuentas de redes sociales, es recomendable no revisar siempre, pues solo terminará mostrando tu falta de confianza y invadiendo su privacidad. Exigirle demasiado: Que nadie es perfecto es algo que debes tener claro al momento de iniciar una relación. Es posible que algunas de sus costumbres te molesten un poco sin embargo, debes encontrar la forma de hacérselo saber sin herirlo. No le exijas cambiar de un día para otro, más bien ayúdale en ese proceso.