Eva Buechel y Jonas Berger de las universidades de Miami y Pennsylvania respectivamente, sostienen que los cibernautas que utilizan las redes sociales para comunicar sus emociones más personales, sin importarles lo impactante y hasta desagradable que pueda resultar para otros, son personas con una estabilidad emocional baja.
Según los especialista publicar sus emociones les ayuda a recibir apoyo social y por lo tanto eso les hace sentir mejor.
Buechel y Berger subrayan que este tipo de personas suelen ser un tanto dependientes de sus posteos en línea ya que resulta menos amenzante que las expresión cara a cara.