Si quieres que tu matrimonio sea para siempre y vivir en armonía con esa persona y tus hijos, tienes que leer con atención las 3 señales que comúnmente amenazan tu relación, según el psicólogo clínico estadounidense Kelly M. Flanagan.
Te emparejaste sólo para no quedarte solo: El especialista señala que ‘Estar vivo significa estar solo. Es parte de la condición humana. El matrimonio no cambia la condición humana. No puede evitar por completo la soledad. Y cuando nos sentimos solos, culpamos a nuestra pareja por hacer algo mal, o buscamos compañía en otra parte. El matrimonio debe ser un lugar en el que dos humanos comparten la experiencia de la soledad y, al compartirla, crean momentos en los que esa soledad se disipa. Durante algún instante’.
Te avergüenzas de tu pareja: ‘Sí, todos la llevamos. Nos pasamos la mayor parte de nuestra adolescencia y juventud intentando fingir que nuestra vergüenza no existe. Por eso, cuando la persona que amamos la provoca en nosotros, le culpamos por crearla. Y exigimos que lo arregle. No obstante, lo cierto es que ellos no la crearon y ellos no pueden arreglar la situación. A veces, la mejor terapia matrimonial es la terapia individual en la que trabajamos para curar nuestra propia vergüenza y para no transferirla a nuestros seres queridos’, señala el experto.
Te gana el ego: El profesional dice que ‘todos lo tenemos’ y es bueno porque ‘nos mantuvo a salvo de las flechas y las lanzas emocionales’ durante la niñez y adolescencia. ‘Pero, ahora que hemos crecido y nos hemos casado, el ego es un muro que separa. Es el momento de derribarlo. Basta con mostrarse abiertos en vez de a la defensiva, perdonar en vez de vengarse, pedir disculpas en vez de culparse, exhibir vulnerabilidad en vez de fuerza y delicadeza en vez de poder’, señala.