Según estudios realizados en el Instituto de Investigación Animal de Carolina del Norte, los gatos ronronean no solo cuando están contentos, también lo hacen para sanarse a si mismos, además de cuando se encuentran heridos o enfermos.
Se demostró que este es un mecanismo curativo similar al tratamiento con ultrasonidos en medicina humana, dado que ambos poseen una frecuencia comprendida entre 20 y 50 Hertzios. Por lo que ayudan a las personas mejorar la hipertensión, estabilizar la presión sanguínea, disminuir el estrés y la ansiedad.
Y por si fuera poco, el ronroneo de los gatos acelera la curación de huesos, músculos y tendones, mejorar inflamaciones, curar infecciones, cicatrizar heridas, calmar los nervios y combatir el insomnio.
¿Tienes un gato? ¿Te animarías a tener uno?