Mujer, trabajadora, ama de casa, fashionista, amiga, esposa. Las mamás de ahora tienen una tarea maratónica: deben pasar de supervisar las tareas de los niños a resolver un inconveniente en el trabajo en tan solo segundos.
Se trata de mujeres que trabajan las 24 horas del día, que tienen la capacidad de atender varios asuntos a la misma vez y que al salir de la oficina aprovechan el día para hacer las compras de la casa, preparar las loncheras de sus hijos y hasta cambiar los focos.
No todas las mujeres se encuentran en el mismo nivel de dinámica, pues cada una varía de acuerdo a su estilo de vida.
Por eso, aquí te mostramos 3 tipos de ‘mamá:
- Mamá Cibernética: Es la mujer que encontró en la tecnología a su mejor aliado para poder realizar las labores del día, y ahora viven conectadas buscando consejos e información en la web y en aplicaciones móviles. Les encanta tener presencia digital en sus redes sociales, comparten información sobre experiencias con sus hijos (viajes, curiosidades, etc.) y realizan consultas a otras mamás cibernéticas o en espacios especializados. También postean consejos que consideran de utilidad para sus contactos; algunas incluso escriben en sus propios blogs, contando anécdotas sobre sus pequeños.
- Mamá Súper-Héroe: Es la mamá que de alguna forma u otra logra siempre resolver los problemas de todos. Por ejemplo, atender la tarea de su pequeño hijo a último momento o preparar un plan de negocios para presentar al día siguiente. Ella logra resolverlo sin que nadie sepa cómo lo consiguió. Son mujeres muy organizadas, que ahora disponen de la ayuda de la tecnología, y su siempre aliado estratégico ‘el olfato e ingenio de mamá’ para hacer su labor más sencilla.
- Mamá Pulpo: Es aquella mujer que dirige la casa, el trabajo, va a las reuniones de padres, asiste a cocteles, va a la peluquería, maneja un blog o postea sus experiencias en el fan page se informa sobre nutrición y alimentación saludable para su familia, además le queda tiempo para asistir a reuniones con su pareja y también estar siempre (o casi siempre) arreglada. Se dice que es casi imposible convertirse en este tipo de mujer, al menos sin volverse loca.