El coronavirus ha afectado a todo el mundo en este 2020 y uno de los más afectados son los doctores y enfermeros que luchan día a día contra este mal. Mike Schultz, enfermero en la ciudad de San Francisco, Estados Unidos, contrajo este mal al acudir a un evento en el estado de Florida. Desde que el Covid-19 lo atacó, el enfermero perdió 23 kilos.

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Mike narró que al retornar a sus labores empezó a sentir los primeros síntomas de la enfermedad, entre ellos fiebres altas. Al ser diagnosticado con el coronavirus, le informaron que tenía los pulmones llenos de agua. "No creí que era tan serio hasta que las cosas empezaron a ocurrir. Creí que era lo suficientemente joven como para estara salvo y mucha gente piensa así", señala.

Curiosamente, el estadounidense asegura que entrena seis veces a la semana, lleva una dieta balanceada y no padece de enfermedades crónica; sin embargo, pese a tener esta condición envidiable, fue hospitalizado y permaneció inconsciente durante un mes y medio en una cama en la Unidad de Cuidades Instensivos (UCI). Al despertar, Mike Schultz había perdido 23 kilos.

"Estaba muy débil. Esta fue una de las parte más frustrantes. No podía sostener mi teléfono celular, era muy pesado. No podía escribir porque mis manos me temblaban mucho", finalizó.